domingo, 24 de enero de 2016

Crisis de Agua en Flint, Michigan: Un Ejemplo de Racismo Medioambiental

El miércoles, 20 de enero, el gobernador de Michigan, Rick Snyder, publicó bajo presión del gobierno federal 274 páginas de correos electrónicos sobre la crisis de agua en una ciudad pobre y con una mayoría de residentes negros llamada Flint. El origen de la crisis está en abril de 2014, cuando el gobierno de Michigan cambió la fuente de agua de la ciudad del Lago Huron al Río Flint para reducir los costes, pues la ciudad estaba a punto de tener un colapso financiero. Después de ese cambio, el agua de Flint dejó de ser tratada por el departamento de agua de Detroit, y empezó a ser tratada por el departamento de la ciudad. El Departamento de Calidad Medioambiental (Department of Environmental Quality) del estado de Michigan falló en exigir los productos químicos necesarios para limpiar el agua del río (algo que después admitieron). Por estas razones, plomo de las tuberías contaminó el agua de los residentes de Flint. Los ciudadanos de Flint notaron que el agua que se estaban bebiendo y que usaban para ducharse y limpiar no era normal: olía mal, tenía un color raro, causaba erupciones en la piel, y algunos residentes empezaron a notar que se les caía el pelo. El Departamento de Calidad Medioambiental ignoró los avisos de la Agencia de Protección Medioambiental que decían que no estaban haciendo las pruebas necesarias para medir los niveles de plomo en el agua. Cuando se presentó un análisis del agua, no se incluyeron datos sobre niños que tenían niveles altos de plomo en la sangre. En marzo de 2015 el ayuntamiento voto por volver a comprar agua de Detroit. Sin embargo, el jefe de emergencias lo vetó diciendo que era “incomprensible” porque el agua de Flint estaba limpia. Los correos del Gobernador Snyder mostraban indiferencia a la situación, y se burlaban de las personas que protestaban llamándolos “grupos anti-todo”. En noviembre de 2015 los ciudadanos de Flint demandaron al gobierno de Michigan. El martes, 19 de enero, el Gobernador Snyder declaró un estado de emergencia en Flint y se disculpó por no haber respondido a la crisis más rápido. Ahora, agencias federales están repartiendo agua en botellas y filtros a los residentes de Flint.
Sin embargo, esto no es el fin del problema. Defensores de derechos civiles dicen que la crisis en Flint es un ejemplo de racismo medioambiental, un término popularizado en los años ochenta. El racismo medioambiental se refiere a la exposición desproporcionada de las minorías raciales a aire, agua, y tierra contaminada. Esta exposición es el resultado de la pobreza y segregación que hace que las minorías tengan que irse a vivir a lugares industriales y contaminados. Por ejemplo, la zona más contaminada de Detroit es un barrio donde 84% de los residentes son negros. Aunque la falta de atención al problema de agua en Flint no fue causada directamente por motivos raciales, cabe poca duda de que si Flint fuese una ciudad más próspera y con una mayoría de residentes blancos, el gobierno hubiera respondido más rápido a sus quejas.














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