Casi dos semanas después del atentado al semanario Charlie Hebdo, diversos países musulmanes se han manifestado en las calles. Esto se debe a su indignación por ver cómo la portada de la revista, tras la masacre del día 7 de enero, continúa satirizando a Mahoma, su profeta.
En algunas zonas, estas manifestaciones se han vuelto violentas, quemándose varias iglesias cristianas y dejando varias amenazas contra Francia.
No obstante, la mayoría de estas concentraciones han sido llevadas a cabo pacíficamente contra lo que consideran una falta de respeto para su religión.
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